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/ UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA.

Descubre Albarracín y
disfruta de sus encantos

Albarracín es una hermosa ciudad medieval ubicada en la cima de una colina de los Montes Universales. Está situada en un istmo y una península formados por el río Guadalaviar y está rodeada por un profundo tajo que hace de foso defensivo, complementado por el imponente cinto de murallas que culminan en el castillo del Andador.

La ciudad cuenta con una gran cantidad de monumentos impresionantes, como la Iglesia de Santa Maria, la Catedral, el Palacio Episcopal y algunas mansiones señoriales, como la de los Monterde. También cuenta con una arquitectura popular única que incluye la casa de la Julianeta, la casa de la calle Azagra, la plaza de la Comunidad y la pequeña pero encantadora Plaza Mayor.

Pero lo que hace que Albarracín sea realmente especial es su laberinto de calles adaptadas a la difícil topografía del terreno, con escalinatas y pasadizos, y su caserío de muros irregulares y color rojizo con entramado de madera. Esta característica diferenciadora de la ciudad se debe al uso abundante de estructuras de entramado de madera y tabicones de yeso rojizo que confieren al conjunto su característico color. El yeso es más común en Albarracín que la piedra y la arquitectura de madera y yeso es más liviana y más económica debido a la dificultad de acceso de los materiales a la ciudad.

Cada rincón de Albarracín es una maravilla para los sentidos. Desde sus puertas adornadas con llamativos picaportes de hierro con forma de pequeños y fantásticos dragones, hasta sus diminutas ventanas con visillos de encaje y balcones corridos decorados con rica forja y madera tallada. Cada casa es un objeto de admiración en sí misma, reflejando la historia y la artesanía de sus gentes.

El monumento más importante de Albarracín es la ciudad en sí misma. Su sabor popular y aristocrático es una verdadera joya y un testimonio de la habilidad de sus habitantes para crear belleza. La ciudad está situada a 1.171 metros sobre el nivel del mar, lo que condiciona su clima, que se puede clasificar dentro de los mediterráneos de montaña con matices continentales. La temperatura media anual es de 11°C y la precipitación de 480 mm.

El clima y la altitud también han influido en la vegetación de la zona, siendo la especie clímax la sabina albar. En la región también se encuentran diversas variedades de pino, robles y encinas. El paisaje del rodeno es especialmente hermoso, contrastando el color rojo de las rocas con el verde de los pinos. Las calizas de la zona son famosas por su contenido en fósiles del jurásico.

La Sierra de Albarracín es un paraíso natural con una gran diversidad de ecosistemas que van desde cañones y barrancos hasta extensos bosques y praderas. La zona es rica en flora, con especies como los pinos-albar, laricio, pináster, sabinas, acebos, robles y quejigos, así como en fauna, incluyendo ciervos, corzos, jabalíes, gatos monteses, ardillas, aves migratorias, rapaces y otras especies de gran valor.

Además de la diversidad de paisajes y vida silvestre, en la Sierra se pueden encontrar fuentes, manantiales, lagunas y nacimientos de ríos, como el Tajo, Guadalaviar, Cabriel y otros, que forman caprichosos remansos, pozas y cascadas. El aire limpio y fresco de la zona y el espectáculo que ofrece el cielo nocturno completan la experiencia inolvidable que un recorrido por estos parajes puede ofrecer al viajero.

El clima lluvioso de la Sierra, especialmente en otoño, favorece la proliferación de una gran variedad de setas, lo que la convierte en un auténtico paraíso para los micólogos. Sin embargo, es importante obtener el correspondiente permiso de los agentes forestales antes de recolectarlas.

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